Por Nathalie Alonso.
Como grandeligas, Yuli y Lourdes hijo se han dado a conocer como los Piña Brothers (Hermanos Piña), apodo inspirado por el estrafalario peinado que ambos han adoptado. En la casa Gurriel en Houston, la imagen de la piña es un motivo decorativo recurrente.
No hay duda de que a los hermanos Gurriel les sobra estilo. El Hombre de los Grandes Momentos se preocupa más por su juego.
Y es que Lourdes Gurriel no se conforma con que sus hijos hayan llegado a la Gran Carpa; quiere que se destaquen, por lo que caracteriza ser padre de dos ligamayoristas como "una gran experiencia y a la vez un sufrimiento".
"Uno siempre, como jugó béisbol, quiere que ellos den el máximo y es muy difícil", expresó Lourdes padre. "Pero bueno, uno siempre tiene que exigir para que ellos puedan hacer su trabajo".
Gurriel no se pierde un juego de sus hijos. Cuando los Astros y Azulejos juegan en el mismo horario, ve ambos partidos simultáneamente en dos pantallas. Si solamente tiene acceso a una pantalla, sigue uno de los juegos en su teléfono móvil. De una forma u otra, siempre está atento.
"Estoy mirando constantemente", dijo Gurriel. "No se me puede perder ningún detalle".
Gurriel estaba pendiente de los dos partidos desde Miami el 21 de septiembre, jornada en la que Yuli y Lourdes hijo se convirtieron en los primeros hermanos en la historia de Grandes Ligas que conectan múltiples jonrones en el mismo día.
"Fue muy difícil esa acción que hicieron", dijo Lourdes padre. "(Fue) muy emocionante para todo el mundo, porque eso salió por todos lados".
Sea que vengan de un juego bueno o malo, los peloteros recalcan la importancia de voltear la página rápidamente. Los hermanos Gurriel no pueden pensar en el próximo partido sin antes analizar el último con su padre.
Gurriel espera entre 45 minutos y una hora - el tiempo que les toma a Yuli y a Lourdes llegar del estadio a la casa o al hotel - para llamarlos.
"Empezamos a debatir del juego", dijo Lourdes padre. "Todo lo que hicieron bien, todo lo que hicieron mal. A corregirles defectos. Cómo le hicieron los pitcheos, cómo le fueron a los pitcheos - eso yo lo hago todos los días con ellos".
Cuando les va mal, señala Gurriel, sus hijos demoran en contestarle.
"Nos tomamos nuestros minutos, porque sabemos que viene el resumen completo", cuenta Lourdes hijo entre risas. "Digo 'ayyy', pero ya cuando nos calmamos un poquito, (decimos) 'Bueno, vamos a recibir los que nos merecemos'".
"Es todos los días, bien religioso", dijo Yuli al respecto. "Aparte es muy observador. Cuando él jugaba también era un pelotero muy inteligente. Y de verdad que me ha ayudado mucho. Cada vez que terminan los partidos, me dice qué hice mal, qué debería hacer para mejorar. Y de verdad que lo tengo como algo como un ritual. No lo puedo dejar".
Gurriel viene instruyendo a sus hijos desde que eran niños. En Cuba, donde escasean los recursos para entrenar, usaba métodos pocos convencionales. Por ejemplo, los ponía a practicar el swing por dentro frente a un espejo.
"Si lo hacían mal, rompían el espejo", señala Lourdes padre.
Durante el receso de temporada, Yuli y Lourdes hijo entrenan en Miami, bajo el tutelaje de su padre y su hermano mayor. Pero, aunque ahora cuentan con todas las herramientas que usan los jugadores modernos para prepararse, para los hermanos Gurriel, el recurso más importante sigue siendo el de siempre.
"Los consejos de mi papá prácticamente no terminan", dice Lourdes hijo. "De verdad que gracias a eso estamos nosotros aquí".
Comentarios
Publicar un comentario
Formulario de comentarios