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| Lo que debiera ser visto meramente como un añadido pintoresco a la fiesta beisbolera que se vive por estos días, es fuente de una feroz antipatía por parte de algunos fundamentalistas recalcitrantes del gobierno |
Por Santiago García.
Para el tercer juego del Play Off entre Sancti Spíritus y Villa Clara que tuvo lugar en la noche de este lunes 7 de enero la afición villaclareña reservó una iniciativa muy esperada por los seguidores del equipo naranja: el estreno de una mascota.
Pero lo que debiera ser visto meramente como un añadido pintoresco a la fiesta beisbolera que se vive por estos días, es fuente de una feroz antipatía por parte de algunos fundamentalistas recalcitrantes del gobierno, que parecen haberse quedado anclados en los primeros días de la guerra fría, y quieren impedir a toda costa que se continúe popularizando el apelativo de “leopardos”.
“No me da la gana de rendirle homenaje a un equipo capitalista; no se llaman ni se llamarán leopardos, lo orientado por la dirección del Inder, el partido y el gobierno de esta provincia es que se les llame azucareros”, aseguró por medio de la radio santaclareña CMHW, Normando Hernández, el más conocido comentarista deportivo de la provincia de Villa Clara.
El casi octogenario narrador fundamenta sus categóricos comentarios en que la nómina histórica de los leopardos estaba principalmente integrada por jugadores estadounidenses, desconociendo que esa era la tónica de casi todas las ligas profesionales en el momento en que brilló la novena santaclareña.
Aquel equipo incluyó no obstante a grandes peloteros de la talla de Martín Dihigo, elegido miembro del salón de la fama en Cuba, República Dominicana, Venezuela, México y Estados Unidos; y también a Alejandro Oms, quien hoy da nombre a una céntrica calle de Santa Clara, y resultara el Jugador Más Valioso de la Liga Cubana en la serie 1928 /29, ocupando además el segundo lugar de todos los tiempos de promedio de bateo en esa liga.
“Falsos historiadores, abogados del diablo, gente peligrosa y con poder” son algunos de los calificativos que ha empleado Hernández para desacreditar a todos aquellos que celebren la iniciativa de reconocer como “leopardos naranjas” o “leopardos azucareros” a uno de los equipos históricos de la pelota cubana.
El polémico comentarista, quien generó titulares no hace mucho luego que el exmanager Vladimir Hernández le propinara un sonado bofetón, es muy escuchado en las esferas del gobierno provincial de modo que prometió hacer hasta lo imposible para que se prohibiera la salida del leopardo fetiche al terreno de juego, sin embargo, no pudo impedir que el felino diera la vuelta al terreno de un estadio Sandino abarrotado, y captar la simpatía de un público que ya sueña con una final sin precedentes frente al equipo de Las Tunas.
“Normando es el bufón de la corte, la mascota del gobierno, por eso no quiere que nadie más le haga la competencia”, señaló una de las asistentes al partido del lunes que cerró con victoria de los leopardos frente a os gayos de Sancti Spíritus.
“Yo no veo por qué no podemos llamarnos leopardos, si los cienfuegueros son los elefantes, los avileños son los tigres, y en ninguna de esas provincias existen esos animales. Además si te fijas Industriales conserva el color azul del histórico equipo Almendares y tomó el león del equipo Habana, y ambos equipos eran capitalistas. ¿Cuál es el problema?”, señaló un seguidor de los naranjas.
Sin embargo, Normando Hernández, quien hace solo unos días celebró el acuerdo entre la Comisión Nacional de Béisbol de Cuba y la MLB, hace lobby contra la voluntad popular y ha dicho que debieran prohibir el uso de esa mascota en el Sandino por ser “una mascota capitalista”.
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