Por DDC
Ricardo Calvo y Dariel Albo, dos de los implicados en caso de violación a una mujer en Finlandia en 2016, regresaron a las canchas tres años después, pero lejos de Cuba y sin vínculos con su Federación nacional, informó la publicación OnCuba.
Han pasado más de dos años desde que saliera a la luz pública la acusación a seis voleibolistas cubanos por violación en Finlandia, donde el plantel antillano disputaba la ya extinta Liga Mundial. Tras todo este tiempo, los jugadores señalados cumplieron su condena y poco a poco buscan las vías para reinsertarse a las canchas.
En diciembre pasado se supo del regreso a las pistas de Rolando Cepeda, quien volvió a jugar en el club turco Inegol Belediyesi, tras 27 meses de inactividad. Más recientemente, Ricardo Calvo y Dariel Albo también retornaron a la acción, al debutar con el Zahra, conjunto de la liga del Líbano.
Calvo y Albo han estado presentes en los dos primeros partidos del conjunto libanés, que arrancó su competición doméstica a principios de año. Los dos antillanos han visto de cerca las victorias del Zahra sobre el Dalhoun (3-2) y el Riseleh Sarafand (3-0), y se espera por su contribución en el duelo del próximo viernes contra el Mechmech.
Los dos jugadores, junto a Cepeda, Luis Tomás Sosa, Abrahan Alfonso y Osmany Uriarte, estuvieron implicados en el sonado caso de violación a una mujer en Finlandia, por el cual casi todos fueron sancionados, aunque no cumplieron las mismas condenas.
Tanto Dariel Albo (26 años) como Ricardo Calvo (22) cuentan con la juventud y el empuje para labrarse un nuevo futuro, lo cual, a nivel deportivo, no será nada fácil, pues llevan mucho tiempo alejados de las canchas.
Albo, por ejemplo, fue el único exonerado de culpas, y tuvo la oportunidad de jugar nuevamente con la selección nacional y salir contratado rumbo a Argentina, con el club UNTreF Vóley.
Sin embargo, los discretos resultados del central condujeron al cierre de su contrato (desde tierras sudamericanas alegaron que estaba lesionado) y a la baja del equipo Cuba, a principios del 2018.
Meses después, Albo salió del movimiento deportivo de la Isla y empezó a buscarse la vida por su cuenta. Así llegó al Líbano, donde se ha preparado durante algunos meses, hasta firmar con el Zahra.
Calvo (22 años) tuvo un camino diferente y salió de la cárcel en 2017, meses después del incidente. Su sanción original era de tres años y seis meses, pero gracias a las apelaciones vio reducida su condena de manera notable.
A diferencia de Albo, el joven pasador no pudo reinsertarse en el movimiento deportivo cubano, y comenzó con entrenamientos personalizados para recuperar la forma, algo bien complejo tras casi un año sin competir.
Poco antes del incidente en Finlandia, Calvo había firmado un contrato con el PAOK de Grecia, club que mostró tímido interés en volver a contar con el antillano. Sin embargo, nada se concretó y, luego de una breve estancia en Serbia, firmó en el Líbano, lugar que se supone sea de transición rumbo a otra liga europea de mayor cartel.
Hoy ya todos los jugadores involucrados están libres. Luis Tomás Sosa fue uno de los primeros en regresar desde Finlandia, absuelto tras varias apelaciones. El central demandó al Gobierno finés por daños y prejuicios, y recibió una indemnización de 200.000 euros.
Por su parte, Abrahan Alfonso y Cepeda salieron de prisión en junio y septiembre de 2017, respectivamente, mientras Osmany Uriarte cumplió la mayor condena y estuvo tras las rejas hasta mediados de 2018.
Todos estos jugadores iban a formar parte del equipo cubano en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, donde finalmente la Isla se presentó con un elenco de novatos y una dirección técnica renovada, tras la destitución de Rodolfo Sánchez y su cuerpo de entrenadores.
¿Daños y prejuicios? ¡PERJUICIOS, que no es lo mismo!
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