Por Joel García.
Tras más de cinco horas de tensión y 14 entradas jugadas, con cuadrangulares y fildeos de leyenda, relevos memorables y una afición respetuosa y delirante, los Leñadores tuneros arrancaron delante una de las semifinales del béisbol cubano sobre los Tigres avileños (5-4), en su propia casa del estadio Julio Antonio Mella.
La decisión del encuentro sobrevino tras dos outs en el decimocuarto episodio, cuando un inofensivo palomón de Yuniesky Larduet frente a Vladimir García picó en el jardín derecho y remolcó a Jorge Enrique Alomá desde la segunda almohadilla, lo cual significó además el décimo éxito del conjunto de Pablo Civil sobre los discípulos de Roger Machado en treces enfrentamientos esta temporada.
El duelo anunciado entre Yoanni Yera y Lázaro Blanco —idéntico al del inicio del play off en la 57 Serie, solo que ahora en condición de refuerzos— cumplió todas las expectativas, aunque a la altura del séptimo, el zurdo matancero se despidió del box con ventaja de 4-1, en lo que parecía cuestión de tiempo su primera victoria.
Las tres primeras anotaciones de los Leñadores tuneros cristalizaron en el quinto, cuando Jorge Enrique Alomá pegó el primer cuadrangular de esta postemporada y luego sonaron indiscutibles Denis Peña y Yuniesky Larduet, para acto seguido Jorge Jhonson sacar una conexión extraviada por el jardín izquierdo, a la postre triple empujador de dos más hacia el home.
El riposte de los visitantes no se hizo esperar con un vuelacerca de un experimentado Raúl González en la apertura del sexto capítulo, lo cual devolvió Alexander Ayala minutos más tarde para restaurar la ventaja de tres rayitas.
Sin embargo, el octavo inning disparó las emociones, pues el joven Yadián Martínez no cumplió el encargo dado por el mentor Pablo Civil al regalar boleto a Raúl y soportar cañonazo del refuerzo Yordanis Samón. Revivió entonces la teoría del zurdo contra zurdo, pero Edilse Silva se encargó de destrozarla con largo bambinazo por el jardín central con el que emparejó la pizarra.
En lo adelante, se sucedieron relevos de leyenda como los de Miguel Lahera en el séptimo, Raydel Martínez en el octavo y Vladimir García en el décimo por parte de los de la tierra de la piña; en tanto Yoelkis Cruz lo hizo de maravillas también desde el octavo en una función inusual para él. Asimismo, fildeos memorables como el perfecto tiro de Orlando Lavandera en el noveno o la atrapada de Andrés Quiala ante un casi seguro jonrón de Colás en el onceno.
Moralejas del partido:
– La presión de los play off hizo florecer errores técnicos en los inicios del desafío: interferencia de Yordanis Samón al receptor ante el robo de base de Oscar Luis Colás y el out por regla de Yosvani Alarcón en un intento increíble de toque de bola.
– El pésimo corrido de Yorbis Borroto en el tercer inning ante batazo de Raúl González (olvidó pisar tercera y al regresar provocó el out al bateador), arruinó la primera carrera del partido, que a la postre pudo haber sido decisiva.
– Se apreció cierto abuso del toque de bola del mentor tunero en varios momentos del choque, incluso con el cuarto bate, Yosvani Alarcón, en lugar de apostar más por corrido y bateo. ¿Acaso no preparamos a los jugadores para este tipo de situaciones?
– El jonrón de Alomá fue su primero en juegos de postemporada. Tuvo un partido de ensueño al compilar de 5-4 (jonrón, tubey y par de hits), a pesar de ocupar el séptimo turno en la alineación, jamás ocupado por él durante esta campaña.
– El riesgo para Las Tunas de pedir como refuerzo a Guillermo Avilés se evidenció con una dolencia en su rodilla en el mismo segundo capítulo, que lo obligó a salir del juego, dejando además el quinto turno en la alineación a Rafael Viñales, quien ha estado muy lejos del rendimiento de la pasada Serie Nacional.
– El batazo de Jhonson pudo haber sido un simple hit y no triple, pues era evidente que el jardinero Yoelvis Fiss no le llegaba. Esos mínimos detalles cuestan victorias y hasta campeonatos.
– Mucha velocidad y sorpresa imprimieron los leñadores tuneros con par de doble robos, uno muy demorado e infructuoso (5ta entrada), pero otro feliz y correcto (7ma), que además cogió movida a la defensa avileña. Esa arma la usarán muchas veces y puede resultar desestabilizadora.
– Miguel Lahera llenó de esperanza a la dirección de los Tigres avileños con un relevo brillante en el llamado inning de la suerte que incluyó par de ponches y un roletazo al box con bases llenas. Sobre sus hombros debe recaer buena parte del destino avileño.
– El refrán beisbolero: “las que tú no haces, te la hacen” solo se hizo justicia en el octavo por parte de los discípulos de Machado, pues los tuneros dejaron tres veces las bases llenas y 18 corredores en circulación.
-Los relevos de Las Tunas hicieron agua en el octavo, pero está bien quitado Yoanni Yera tras siete impecables entradas. En el béisbol moderno cada vez es más necesario asumir los roles: abridor- estabilizador- rematador.
– El corrido de Yosvani Alarcón en el noveno inning levantó la polémica sobre si debía haberse arriesgado con un out. Lo consideramos correcto, pues el jardinero Lavandera debía hacerlo todo perfecto para impedir la carrera y el triunfo. Lo hizo con su tiro, ayudado además por la excelente la defensa de Osvaldo Vázquez, quien nunca soltó la pelota, a pesar del encontrazo.
– El fildeo espectacular de Quiala y la entrega de Vladimir con molestias en su rodilla son ejemplos de cuánto significan para nuestros jugadores y equipos un deporte en el que prima la pasión por su camiseta y por su afición.
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