Lázaro Blanco… ¿el último estelar de la pelota cubana?

En una época donde ser estelar cuesta, bueno estelar de verdad, de los que llegan al box y dicen – hoy tocan tres- y ya, es así; estelar sin falsas etiquetas, estelar sin fanatismo; en unos años así, Blanco es quizás el último de los mohicanos
En una época donde ser estelar cuesta, bueno estelar de verdad, de los que llegan al box y dicen – hoy tocan tres- y ya, es así; estelar sin falsas etiquetas, estelar sin fanatismo; en unos años así, Blanco es quizás el último de los mohicanos

Por Alexander García Milián

Cuando lo miro, parece que miro a Polifemo, parece que tiene un solo ojo, una boca torcida, que suelta espuma, mucha espuma pero no; Lázaro Blanco es así, un tipo feo, bien feo pero buen lanzador.


Es una verdad muy cruda, quizás por eso piense que no es tan feo, solo hay que saber mirarlo y ya. Aunque creo que tal vez por ser feo, no tenga tanto glamour como otros etiquetados de estelares. También es una época esta, donde ser nombrado estelar, no tiene el peso de hace unos diez o quince años, pero así y todo Blanco es un estelar. 

Pero vamos a lo que importa ya, pongámonos serio, Lázaro Blanco tiene más de 20 victorias como refuerzo, 26 si no me falla la memoria y la cifra se me dispara, es más de veinte, seguro. Sí lectores, la cosa con el granmense no es de ahora, es ya de hace años, primero con Matanzas, luego con Ciego de Ávila, ahora con Ciego otra vez.

Lázaro Blanco fue a Canadá, regresó, jugo el comodín con Granma, eso fue el año pasado, en la serie 57; entonces ganó el primero, Granma clasifica, Blanco fue figura otra vez.



En la Serie 57, la historia pudo repetirse pero no, Blanco llegó tarde, Martí lo pedía a gritos pero llego tarde y fue Roger Machado quien le hecho mano al granmense.

Es Blanco por encima de Vladimir García, de Dachel Duquesne, solo el flaco Yander Guevara le pone freno a su jerarquía. Ya Blanco en esta segunda fase con Ciego, compilo 7 éxitos y como siempre estuvo casi al seguro, incluso cuando Yeniet Peréz le dio jonrón y le puso el juego boca arriba, Blanco como siempre se autorelevo y se llevó el gato al agua.

En una época donde ser estelar cuesta, bueno estelar de verdad, de los que llegan al box y dicen – hoy tocan tres- y ya, es así; estelar sin falsas etiquetas, estelar sin fanatismo; en unos años así, Blanco es quizás el último de los mohicanos.



Cuando unos hablaban de Freddy Asiel, otros del ya mencionado Vladimir García, de Yoannis Yera, de tantos, cuando se ha comentado tanto al respecto y la categoría de estelar le queda grande a todo el mundo, aquí parece que llega Blanco y manda a parar.

Es Lázaro Blanco el que fue una vez el escudero de Víctor Mesa, el que lució bien en las dos últimas Series del Caribe. Es el pitcher del pitcheo bajito, del control endemoniado y la slider cortante, el dominador, el que echa pecho y saca el out decisivo.

Es Lázaro Blanco más que todo y basta…

Nos vemos a la vuelta.


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