Los Gurriel aseguran que su padre Lourdes desconocía la decisión de abandonar Cuba

Los Gurriel, oriundos de Sanctí Spíritus, son una de las familias beisboleras más distinguidas de Cuba
Los Gurriel, oriundos de Sanctí Spíritus,
son una de las familias beisboleras más distinguidas de Cuba
Foto (2013): Marcelino Vázquez

Por Nathalie Alonso.

Los Gurriel, oriundos de Sanctí Spíritus, son una de las familias beisboleras más distinguidas de Cuba. Un hermano, un tío y un primo de Lourdes padre también jugaron en la Serie Nacional. Luego de retirarse como jugador, Lourdes padre dirigió en la Serie Nacional y a la selección cubana, además de fungir como instructor para el Clásico Mundial de Béisbol 2009.


Cuando era jugador, Lourdes padre llevaba a sus hijos a las prácticas para que vieran cómo era la vida de un pelotero. Pero aun mientras les inculcaba a sus hijos el amor por el béisbol, sabía que no podía obligarlos a ser peloteros y reconoce que le preocupaba que eligieran otras carreras.

"Siempre me habló del amor a la camiseta", recuerda Yuli. "Una de las cosas que siempre me dijo desde chiquito fue, '¿Te gustaría jugar béisbol?' Yo le dije, 'No, sí, papi, sí, me gustaría ser cómo tu'. Me dijo, 'Bueno si te decides a jugar béisbol, este deporte tienes que amarlo desde el principio y jugarlo como si fuera el último día de tu carrera'".

Lourdes hijo afirma que el béisbol "ni se nos ha impuesto ni es una obligación".

"Cuando nosotros empezamos, mucha gente pensaba que era porque mi papá nos había obligado, que porque mi papá era pelotero teníamos que ser peloteros, pero no fue así", dijo Lourdes hijo por vía telefónica desde Miami. "Prácticamente nos nació.



"Es verdad que estábamos viendo pelota desde que éramos bien chiquitos, mis hermanos y yo más, ya que cuando tuve uso de razón, ya estaban mis hermanos jugando. Era demasiada la pelota que estaba viendo. Me encantaba. Incluso había veces que mi papá y mis hermanos se molestaban porque me llevaban a los juegos y a mí no me gustaba ver la pelota porque lo que yo quería era jugarla".

Los hijos de Lourdes Gurriel no solamente acogieron el béisbol, sino que se convirtieron en jugadores élite.

Yunieski, el primogénito, disputó 16 campañas en la Serie Nacional como jardinero y fue reconocido como JMV dos veces. Un acuerdo entre el gobierno cubano y la liga independiente Can-Am de Canadá le permitió jugar dos temporadas por los Capitales de Quebec.

Yuli se convirtió en el rostro del béisbol cubano. Fungiendo principalmente como tercera base, bateó .337 con 239 jonrones y 988 carreras impulsadas en 15 campañas en la Serie Nacional y fue nombrado JMV en el 2005. Al igual que su padre, Yuli se destacó a nivel internacional. Ayudó a Cuba a conquistar oro en los Juegos Olímpicos del 2004 en Atenas y también jugó en las primeras tres ediciones del Clásico Mundial de Béisbol. Un acuerdo entre Cuba y el Béisbol Profesional Nipón le permitió a Yuli jugar por los Yokohama DeNA BayStars en Japón.



Lourdes hijo, el infielder conocido como "Yunito", hizo su debut en la Serie Nacional a los 16 años y en seis temporadas dejó promedio de .277 en 305 juegos.

Aunque durante años los equipos de Grandes Ligas tenían en la mira a Yuli, los Gurriel insistían en que querían incorporarse a las Mayores con el permiso del gobierno cubano. Pero se cansaron de esperar y en febrero del 2016, después de la Serie del Caribe en Santo Domingo, Yuli y Lourdes Jr. huyeron del hotel en el que se hospedaba la selección cubana, con destino a Haití, donde se convirtieron en residentes de dicho país e iniciaron el proceso de convertirse en agentes libres de Grandes Ligas.

Yuli firmó con Houston por cinco años y US$47.5 millones en julio del 2016 e hizo su debut de Grandes Ligas en agosto de ese año. Ya tiene un anillo de Serie Mundial a su nombre, obtenido en el 2017. Lourdes hijo fichó con Toronto por siete años y US$22 millones previo a la campaña del 2017 y debutó en Gran Carpa en abril del 2018. En 65 partidos en su campaña de novato, tuvo promedio de .281 con 11 cuadrangulares and 35 carreras producidas.



Lo más difícil para ambos, afirma Lourdes hijo, fue dejar a su familia, que siempre ha sido muy unida. Ahora mismo, todo el clan Gurriel vive en Miami.

"Decidimos que eso era lo mejor en ese momento", dijo Lourdes hijo. "Ni mi papá, nadie tuvo que ver con eso. Fue una decisión que tomamos nosotros. Gracias a Dios todo salió bien".

Aunque no fue partícipe en la decisión de sus hijos - "Nadie que vaya a tomar una decisión de ese tipo la consulta", señala - Lourdes padre les ha brindado todo su apoyo.

"Fue un logro que Dios me dio que pudieron ser peloteros", expresó. "Y estar jugando en el béisbol de Grandes Ligas, eso es un sueño que - nunca lo pensé".


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