Por Guillermo Rodríguez.
El campeón olímpico de Atenas 2004 Eriel Sánchez León, fue despedido de manera oficial del deporte activo el viernes 4 de enero, en la valla de los “Gallos”, instalación que lo recibió durante 25 campañas nacionales.
Los nacidos aquí, abrazaron espiritualmente al histórico número 5 de esta provincia, quien guarda casi todos los títulos internacionales de la Federación Internacional de Béisbol, pero que dijo adiós sin poder acariciar un título dentro de casa.
Eriel, se va con la satisfacción de ser el tercer pelotero, empatado con el capitalino Carlos Tabares con 25, con más Series Nacionales a sus espaldas, solo lo superan Carlos Yanes de la Isla de La Juventud y Enrique Díaz de La Habana, con 28 y 26 contiendas, respectivamente.
El nativo en el municipio Fomento, integra una selecta lista de peloteros encumbrados con más de 250 cuadrangulares y más de 1200 empujadas.
Además de tener las coronas en Juegos Olímpicos, Panamericanos, Centroamericanos y estuvo en la histórica actuación de Cuba en el Primer Clásico Mundial, donde los nuestros finalizaron segundos.
A pesar de ser un hombre corpulento, su estilo agresivo en cada visita al plato, de hacerle swing a los primeros envíos, lo convirtió en uno de los atletas que menos se ponchaban. Su average en 25 Series de 297, a solo tres puntos de la privilegiada cifra de los 300, evidencia que también era un hombre que ponía la bola en juego.
Con 252 jonrones ocupa el lugar 20 entre los primeros bateadores de largo aliento en el béisbol cubano, con una frecuencia de un vuelacerca cada 27 veces al bate.
Su última incursión en el deporte activo fue en las semifinales de la campaña anterior como refuerzo de los Industriales. Actualmente se desempeña como director del equipo de Santi Spíritus de la categoría sub-23 años.
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